¿Qué es la migración a la nube?

La migración a la nube, también conocida como migración a la nube computacional, se refiere al proceso de trasladar recursos informáticos, como aplicaciones, datos y servicios, desde infraestructuras locales o de data centers privados hacia plataformas de computación en la nube. En lugar de ejecutar y administrar servidores físicos y hardware localmente, las organizaciones optan por utilizar recursos en la nube proporcionados por proveedores de servicios en la nube. Éstos pueden ser: Amazon Web Services (AWS), Microsoft Azure, Google Cloud, entre otros.

Modelos de migración a la nube

La migración a la nube puede involucrar diferentes enfoques. Estos van desde simplemente alojar aplicaciones y datos en la nube hasta reestructurar completamente las arquitecturas y procesos para aprovechar las ventajas específicas que ofrece la nube. Algunos de los modelos de migración más comunes son:

  1. Migración Lift-and-Shift (Levantar y Trasladar): Esta es una estrategia donde las aplicaciones y los sistemas se transfieren a la nube con cambios mínimos en su arquitectura. Esto puede ser beneficioso para una migración rápida, pero no aprovecha todas las capacidades de la nube.
  2. Replataforma: En este enfoque, se adaptan las aplicaciones para aprovechar los servicios específicos de la nube, como bases de datos administradas, servicios de análisis y escalabilidad automática.
  3. Refactorización: También conocida como reingeniería, esta estrategia implica reescribir y reestructurar partes significativas de una aplicación para optimizarla para la nube. Esto puede permitir un mejor rendimiento y escalabilidad.
  4. Desarrollo nativo en la nube: Aquí, las aplicaciones se diseñan y desarrollan desde cero utilizando servicios nativos de la nube y arquitecturas modernas. Por ejemplo, contenedores y microservicios.

Ventajas de una migración

Las ventajas de la migración a la nube incluyen la flexibilidad para escalar recursos según la demanda, el acceso a una amplia gama de servicios gestionados, la reducción de costos operativos y de mantenimiento, la mejora en la seguridad (si se configura correctamente), y la capacidad de acceder a los datos y aplicaciones desde cualquier lugar con conexión a Internet.

Sin embargo, también existen consideraciones importantes al migrar a la nube. Como por ejemplo, la seguridad de los datos, la optimización de costos a largo plazo, la gestión de la complejidad de la nube y la dependencia del proveedor de servicios en la nube elegido.

En última instancia, la migración a la nube es una decisión estratégica que debe ser tomada considerando las necesidades y objetivos específicos de una organización.


Lea lo último de nuestro blog «¿Qué es una región cloud?».

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

dieciseis + 20 =